ACERCA DE LAS BOBINAS DE LAS BOCINAS.
De manera general, la destrucción de las bobinas de los altavoces constituye la exclusión principal de garantía, práctica habitual de los fabricantes de altavoces. Confirmaremos las razones fundamentales que justifican esta exclusión.
Contrariamente a una idea muy común, la utilización de altavoces implica la asociación de una electrónica de potencia suficiente para garantizar un funcionamiento sin distorsión. Para conseguir el mejor compromiso entre los dos elementos, conviene elegir una amplificación al menos conforme a la potencia nominal requerida por el kit de altavoces.
En el caso de un kit de 160 Watts máximo, la potencia nominal es de 80 Watts. En ese caso, será una amplificación comprendida entre un mínimo de 80 Watts RMS, y un máximo de 160 WattsRMS que ofrecerá el mejor potencial para un comportamiento optimizado, y una resistencia adecuada de las bobinas.
No olvidemos que un kit o un subwoofer es un elemento pasivo que, para la expresión musical, es tributario de elementos generadores de electricidad. Una electrónica de amplificación y una fuente de lectura son entonces indispensables. Un altavoz es capaz de soportar potencias cresta (o « impulsionales ») muy elevadas, si la señal provista por el amplificador es neta y no distorsionada.
Contrariamente a otros defectos, una bobina quemada o fundida no deja ninguna duda sobre la superpotencia eléctrica soportada por el altavoz. Dado que esto puede ocurrir sin que el usuario sea consciente de ello (distorsión presente pero no audible), y, para evitar que la situación se reproduzca, es muy importante determinar la o las causas que originan su problema.
CAUSAS MÁS CORRIENTES DE LOS PROBLEMAS DE BOBINAS
Amplificador demasiado potente
Contrariamente a una idea común, es raro que un amplificador potente deteriore un altavoz. Incluso a alto nivel, la señal se mantien limpia y poco distorsionada. Por ejemplo, a numerosos profesionales les ha ocurrido ver los indicadores de potencia de un gran amplificador llegar a 300 Watts durante un instante, sin crear daños, mientras que el bafle utilizado era de 90 o 100 Watts máximo. Si el amplificador es realmente potente (doble o triple de la potencia del altavoz) hay riesgos, por lo cual se necesita un control razonable del nivel sonoro. En este caso precisó, el aparato puede provocar la destrucción de los altavoces de grave.
Amplificador poco potente o subdimensionado
Esta situación es corriente, y lamentablemente, peligrosa. Por prudencia o desconocimiento de la realidad, muchos usuarios eligen un amplificador muy poco potente, el cual, en un régimen elevado, recorta y distorsiona, al punto de enviar “ señales cuadradas” o, por desestabilización de la alimentación, corriente continua en el altavoz, lo cual le es fatal. Durante un recorte, un amplificador de 40 Watts puede llegar a 100 o 120 Watts distorsionados en 1 milisegundo. Este problema se encuentra a menudo con amplificadores de 40 o 50 Watts de fabricación de gama baja que alimentan altavoces de 80 o 90 Watts RMS. La solución es reemplazar el amplificador o evitar las escuchas a nivel elevado. En este caso, el aparato puede provocar la destrucción de los altavoces de agudo. Si la diferencia de potencia es importante (amplificador inferior a 30 Watts para un altavoz de 80 Watts por ejemplo), la alimentación del grave se vuelve difícil y puede dañar el altavoz.
Fallo del amplificador
El fallo del amplificador es difícil de detectar ya que las causas pueden ser múltiples.
Corriente continua
Es el esquema del amplificador que recorta, la desestabilización de la alimentación puede generar el envío de corriente continua en las bobinas de los altavoces.
Error de manipulación
Un falso contacto entre los bornes + y – de los cables de conexión puede provocar un ruido importante, que va a imponer la distorsión del amplificador durante un breve instante, pero a un nivel de potencial eléctrica importante (volumen no controlado en el encendido, que puede ser excesivo desde las primeras notas escuchadass). Atención: la intervención rápida para volver a un nivel sonoro normal no impide el daño de las bobinas.
Error de utilización
Uso excesivo del volumen sonoro: el amplificador tendrá aun más dificultades para difundir una señal de calidad cuanto más potente sea el bafle y excesivo el volumen. Si, a una potencia moderada (máximo un tercio del volumen), la potencia obtenida y la musicalidad no son cualitativas, el aumento del volumen solo empeorará las cosas (aparición de distorsiones). Se necesita una amplificación conforme a las necesidades del altavoz.
Uso desmedido de los correctores de graves y agudos : si una corrección razonable puede mejorar la escucha , colocar los correctores en una posición máxima o casi aumenta al triple, o más, la potencia emitida en los registros correspondientes. Ejemplo: sin corrector, a nivel medio de aproximadamente 30 Watts (que ya es fuerte), se considera, para un kit de dos altavoces, la repartición sonora a alrededor de 7 Watts para el tweeter (agudos) y 23 Watts para el altavoz de graves. ¡Si los graves se llevan al máximo, recibe entonces (parea un mismo nivel de volumen) alrededor de 80 Watts en lugar de 23! En ese caso, el amplificador utilizado debería ser capaz de otorgar esta potencia sin distorsión.
Uso desmedido de un ecualizador : lel primer y auténtico interés de un ecualizador es corregir las fallas provocadas por el habitáculo. Lamentablemente, muy raramente se utiliza así, sino más bien como corrector destinado a amplificar los graves y los agudos, y esto sin ninguna referencia con la realidad. En este plano, no es raro descubrir ecualizadores cuyos botones están puestos a +12 decibeles, lo que equivale a multiplicar la potencia proporcionada a esta frecuencia por 16. Si volvemos al ejemplo de un altavoz de grave que recibe 27 Watts, corregir de 12 dB corresponde a una demanda de : ¡27 W x 16 = 432 Watts! Dado que muchos amplificadores no son capaces de proporcionar tales potencias sin recortar, el riesgo se vuelve importante para el altavoz.
ALGUNOS CONSEJOS PARA SU FUTURA COMPRA Solemos recomendar el uso de un amplificador de gran potencia, de modo de contar con cierto confort de utilización. Esto evitará recurrir a un nivel sonoro que pueda hacer aparecer distorsiones. En numerosos casos es necesario plantearse superar los 100 Watts RMS por canal. Fuente: Pagina oficial de Focal https://www.focal.com/es/focal-teach/por-que-se-queman-las-bobinas
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